Danzas con el sabor de la espuma que se ensancha hasta tu
vientre. Dices del tiempo que has vivido con la balada de los astros. Los miras
en esta noche donde las nubes han ido a dormir, donde la lluvia se ha esfumado
como estrategia para que tú seas himno del oleaje. Y sientes que el océano te habla, que de sus
fondos abisales salen palabras a tus inquietudes.
Ella: Y el fuego se calma. Y la lluvia se va. Y las nubes se
evaporan. Ahora soy eco de una luna que con su refulgida imagen parece decirme
baila, baila.
Océano: Y el fuego se
calma. Y la lluvia se va. Y las nubes se evaporan. Ahora eres mía. Estás en mi
cuerpo. Y mi esencia te lleva a esa danza con las olas. Tu misma eres logro.
Logro entre el equilibrio madre tierra y ser.
Ella: Si danzar. Al
son de las flautas del universo. Al son de este sereno oleaje que me llevaré
lejos, muy lejos. Donde las rocas magmáticas escupen viejas leyendas de
náufragos. Sí, veo aquel faro al cual una barca quería llegar como promesa de
un amor, de una esperanza pero se vio absorbida por el rugir de una marea.
Cuando alcanzó la roca-lisa, aterciopelada- su ser se incorporó en el mundo de
la libertad. Ja. Eso creía. Muerte de sus sueños. Muerte de su amor.
Océano: Este mundo es injusto. El desequilibrio es arma que
extermina a los inocentes. Hambre. Hambre de mareas que los llevarán a la
deriva cuando sus carnes corroídas son fuerza vaga. Danza. Danza mujer. Olvida los náufragos. Aquí
duermen entre caracolas y algas con la sombra de sus recuerdos mecidos por las
mareas. El viento sur los llevará hasta
la garganta del insolidario y aprisionara sus sienes hasta morder su
conciencia.
Ella: Sí, danzar. Sobre esta arena húmeda en recuerdo de los
idos, en compasión de los que vienen. Una
mezcla de pena y angustia viene ahora sobre mí y los violines del viento
rasguean mi pecho. Pero he de ser
fuerte. Sí, afrontar la realidad de este mundo subterránea que aun no ha
brotado.
Océano: Y el fuego se calma. Y la lluvia se va. Y las nubes
se evaporan. Ya se engendrará una
humanidad paralela, justa, benevolente cuando las almas oscuras segreguen toda
su malignidad y tú y yo seamos iguales. Hijos de un mismo planeta.
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