El tiempo es
primicia de la calma. Los deseos se incrustan en los sueños. Las palabras
revolotean al unísono de la serenidad. Ateos, agnósticos, creyentes se reúnen
bajo la sombra de una mesa. Panderos son el sonido son el sonido de las almas
que acompañadas de una ilusión, de una sonrisa dejan los desfases de este mundo a un lado por unos instantes de
olvido. Sí olvidamos las miserias que recorre sangrante en esta esfera. Pero
volvamos. Volvamos a la sonrisa que entre miradas chispeantes enciende ese árbol
de la vida. Nos conciliamos. Nos damos las manos. Esas manos que con su calidez
motiva la esperanza de un mañana mejor. Feliz navidad. Feliz reunión. Aquí
estamos.
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