Vamos, cógeme
de la mano para así ser centinelas de las flores que pueblan las praderas
cuando la noche bebe de la luna. Salvajes son sus almas que han crecido en el
cuenco de la frescura de una primavera. Ven. Sí, agárrate a mí con la fuerza de
la brisa cuya balada es cómplice de lo que avista nuestra mirada. Que te amo.
Que me amas. Nos envolvemos en las pisadas de la humedad cuando el tardío canto
de un ave nocturna nos avisa del temblor de nuestros cuerpos cuando somos
raíces de este planeta. A veces nos tenemos ganas de volar por el firmamento
oscuro acompañadas de los astros pero habitamos en esta tierra donde la belleza
aún existe. Vamos, cógeme de la mano y a ras de nuestros sueños emerjamos en
los senderos de la libertad. Vienes a mí con tus palabras que son caricia
fértil donde mana el arroyuelo del cual bebo. Vienes a mí con tu sonrisa
emotiva de unos ojos cómplices de los míos y cierta flauta nos induce a ser
danza de las hogueras que son lumbre de los corazones. Sí, agárrate a mí como
vertical horizonte donde verde blancas y verdes alas nos harán explosionar por
los caminos del amor.
1 comentario:
Me gusta Dunia. Un beso grande.
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