Y por qué vienes a mí
El viento responde a mis inquietudes
Y el océano es caricia
Que vierte el sabor de la complicidad.
No te he llamado,
Me he dejado vagar por máscaras
Que al son de tambores
Columpian sus cuerpos en el deseo.
Entre la multitud soy
vertical disfraz
Que vuela y vuela
En el cerrado velo de otro perfume.
No me ves
Y sin embargo vienes a mí
Con el baile ardiente de seres
Que se arrinconan en el vivo mecer
De su sudor.
Soy libre ahora
En la metamorfosis de una tonada
Que se cuece como roja seda
En mi piel.
No, no te buscaba
Entre el enjambre de extinguido sol.
Solo quería ser hallazgo de un diálogo
Entre mis yos.
¡Bailad¡ ¡Bailad¡, digo
La senda donde la celeridad
De la sangre se cuece en el ritmo
Cierto y puro de mi danza imparable, imparable…
Y vienes a mí
Como eco desvencijado que me censura
Cada paso, cada correr de mí ser
Entre la espesura de la gente.
No me ves. Mírame
Como me desnudo ante el oleaje
Y me zambullo en ese océano
Animado por el viento, por el viento…
No hay comentarios:
Publicar un comentario