EL DESPERTAR
(Teatro)
Introducción:
La
reconstrucción interior de un ser después de la tempestad del ayer.
Personajes:
Laura
María
Personaje 1
Personaje 2
Voz 1
Voz 2
Voz 3
Voz 4
Ya es
el alba y Laura tiene que levantarse. No espera a nadie, sólo, alguna llamada
telefónica. Se encuentra frente el espejo de su habitación. Tras su espalda, la
ventana da hacia un jardín.
Laura :
Otro
despertar. Mi cuerpo parece ser parte del sueño. Ahí me encontraba tan bien.
¡Sí¡ Ese girar y girar más allá de la frontera de la realidad ¡Esa libertad¡
¡Ese amor perfecto¡ Esas tierras donde todo sabe a felicidad; sin tanta
hipocresía; sin tanta frialdad; sin tanta envidia; sin tantos fanfarrones y un
colectivo de palabras seguidas de estas que todo el mundo sabe bien.
(Hace una pausa y de nuevo habla con ella misma)
¿Por qué será que cuando despierto me gusta sentir
el aire fresco del crepúsculo? Suspiro, respiro hondamente y todo se me vuelve
extraordinario ¡Qué exquisito es este pequeño instante¡ Un pequeño instante que
se hace inmortal como inmortales son los amores arrinconados en mi memoria ¡
Ay esos amores¡ Todos ahora poemas en la hoguera del
recuerdo. Algunos les retorcería el cuello. Sí, sin más. Los cogería y los dejaría en pelotas en medio de un parque
para que les escupieran. Creo que he cometido un error. No a mis amores reales,
sino a esos que te acosan y abusan ¡Qué asco ¡ Si he de contar las artimañas de
algunos para que llegues a su guarida se horrorizarían. Bueno, mejor será que
entierre estos sucesos en el infierno junto a sus nombres ¡Ay que me pongo
enferma¡ ¡Que mal me siento ¡ El odio me
cuece, pero olvido y olvido que si no, no se crece. Te quedas como un árbol
viejo que le han robado toda su savia y, ahora, arde, arde y arde en su muerte.
Este espejo ante mí. Siempre ha estado aquí y, una
y otra vez tengo que mirarme, es inevitable, ejerce una fuerza de atracción
tal que no hay mañana que me plante ante
él. Me disgusta lo que observo; un ser acabado, murmurando su última melodía, un
ser al que le han cortado sus alas y, ahora,
no sabe prender su vuelo. Soy yo. Si, soy yo. Una marioneta con hilos
roídos que han dejado caer en una fosa oscura con su danza ¡Cruel vida esta ¡
¡No puedo amar¡ Y si amara , si me
enamorara . Me sentiría como una delincuente, como una delirante. Sería no más
que una fugitiva rodando por un precipicio. UY, son las 10, ahora mismo llega
María y, yo, en este estado, con la toalla enrollando mi cuerpo sin secar mi
cuerpo. No, no voy a dejar que esta toalla aterciopelada y pacífica me quite la
humedad. Quiero estar mojada, sentir como el aire se casa con esta agua que se
desliza por mi cuerpo ¡Ya viene¡ Ya
viene María. Siento el rumor de su brisa penetrar por cada uno de los orificios
de esta casa.
(Tocan a la puerta de manera suave. Laura ni se
viste, con la toalla enrollada y mojada la abre. Ya sabe de quien se trata. Sus
ojos toman un tono de ilusión. María lo nota. Nota el bello paisaje de su
rostro desfallecido y la vez aliviado al verla a ella).
Laura:
(Se abraza a ella. Siente necesidad de desahogarse)
¡Qué desgraciada soy¡
¡Qué desgraciada soy , María¡
No soy capaz de despertar, la imaginación me acosa
derivándome hacía aguas turbulentas.
Mi corazón me prohíbe dar un salto al amor.
¡No me atreví¡
¡No me atreví¡
¡Por qué ¡
¡¿Por qué¿¡
Todo iba bien, sabes. Hasta que me asaltaron las
dudas. Como una ráfaga de viento infernal vino a mí. Fue mi pasado. Sí, mi
pasado. Un pasado que a hurtadillas y voraz vino de visita sin escrúpulos.
¡Sucio¡ ¡Frío¡ Internándose en mi insonoridad, sin permitirme pasar la página
de mis pasos y volar.
María:
Pero
Laura ¿Por qué? Yo se quien ha tenido la
culpa. Tu familia, los falsos amigos. Ellos con tal de que seas otra copia de
la sociedad te han ido deteriorando poco a poco. No te dejaron volar y, ello, es muy cierto. Sólo gritos, gritos contra tu persona, una degradación que
te ha ido consumiendo día a día. Mira la suciedad de tu teléfono, nadie se
acuerda de ti. Así, has ido perdiendo tu belleza. Todo sueño, toda ilusión
terminó desangrándose. Si aprendieras a
callar. Y, ahora mira ¡Mira como estás¡
¡Mira tú vida ¡ ¡Mira esas rejas que trepan por tus pupilas¡ ¿Por cual brumas
te mueves? La del agotamiento o la
desesperanza. Por todo sientes temor, haciéndote mover por un pasadizo
desértico. Temor al rechazo; temor a que se burlen; temor a que te miren como
un ser delirante; temor a que lo que exista ante tus ojos sea escombros; temor
a un grito y a ese ridiculizar que muchos tienen. Y lo peor de todo, temor a hablar de tu
belleza.
Coro de voces:
Su
belleza ¡Su belleza¡ ¿Dónde está? Se
halla desvaída y paralizada en el infinito de las derrotas. Su belleza ¡Su belleza¡
Canto alegre natural. Sufre el desencanto de brotar y brotar bajo lenguas cíclicas de tormentas. Poco a poco es
mujer de sal. Poco a poco es ocaso en la flor de la vida. Rosas amargas desvelan sus sueños. El eco de
su grito la atrapa en una nube gris.
María:
¡No
escuchas¡
Laura:
Sí,
si escucho.
María:
¡La
lluvia¡
Laura:
Sí, la
lluvia.
María:
Las
horas pasan. Los días son como ráfagas de un aliento insulso para ti. Hay que
saborear todo. Estas estática, impedida por el ayer y ese hoy que no te abre
las puertas: barreras serpenteantes que te hostigan, mortificándote en que será
de tu mañana ¡No¡ No es así. Hay que erupcionar y pisar fuerte, firme, veraz.
Tomar de las maravillas que van surgiendo del día a día. Una sonrisa, un saludo, unas palabras y con
el tiempo o, tal vez, cuando no lo esperes, el abrazo verdadero. Todo lo que te
ha hecho daño deberías borrarlo, aplastarlo, dejarlo en el último lugar de tu
memoria. ¡ Muchas horas de soledad
posees Laura ¡ Horas que sólo engendran un sudor de recuerdos asesinos. Es
una lástima, por que no te han dejado
avanzar.
Laura:
Sí.
Días de soledad. Un paisaje de tundras donde un huracán de sentimientos me hace
permanecer en la cama. Imaginando, Imaginando ¡Imaginando la calidez¡ Su calidez.
María:
¿De quien
Laura ¿
Laura:
¡No¡ No
puedo nombrar su nombre . ¡No¡ No puedo
hacer nada para decir algo , aunque sea muy poquito, de su esencia. Esencia que
me alborota, esencia que me ruboriza y
hace navegar en el ensueño. El afecto y el calor humano se ahoga en mí ¡Mi
fallo ¡ ¡Mi fallo ¡
María:
Si Laura. No
vivir al día, no vivir cada momento que aparece en escena. Siempre sumisa en
una espera, en una larga espera y, mientras , la vida pasa. Pasa sin esperar a
nadie.
Laura:
¿No
oyes?
Maria:
Sí.
Escucho
Laura:
La
lluvia otra vez.
Maria:
Si, la
lluvia
Laura:
Me
atrae.
Maria:
A mi
también.
Laura:
Permanecer
bajo su flujo de humedad y danzar con nuestros cuerpos desnudos mientras absorbemos de su don especial.
Maria:
Nos
mojaremos.
Laura:
Y que
más da. Solo deseo correr como ella. Que ella me ayude a expulsar todo lo que
me aterra, todos esos pinchos que revuelven mi vientre.
Maria:
¿Si
Laura?
Laura:
Que pena que
no seas como yo. Recorrería con mis labios tu cuello. Serías mi amante
perfecta.
Maria:
No me
atormentes Laura. Vamos antes de que la lluvia se la lleve el sol.
(María y Laura salen. Se encuentran en medio de la
calle. La lluvia no cesa. Sienten que en
su fondo existe un murmullo, algo las llama y las atrae)
Coro de voces:
La lluvia os
hace girar y girar sobre vuestro interior. Os hace involucrar una con la otra.
La vida es ola de estragos para una y vuelo de palomas azules para la otra.
Venid con nosotros . Venid por este puente de rosas negras donde la tierra
emerge en un desequilibrio.
( Laura y María
sigue la lluvia. Un arco iris con rosas negras en su suelo hace de
puente. Ellas caminan por el. De repente,
casi instantáneamente, van transcurriendo personajes acompañadas de un
relato)
Personaje 1:
¿Sientes
placer cuando te acaricias María? Y,
¿cuándo haces el amor ¿ Yo no Para mi el sexo como medio del éxtasis y el
placer es inexistente. Me robaron una parte de mi, cultura de hombres de mi
tierra. No sabes el dolor y el
sufrimiento que me hizo. No sabré nunca de esas sensaciones que a veces quieren
sentir las mujeres ¡Laura ¡¡Laura¡ Sigue imaginando tus yemas tanteando tu
sexo, mientras su ser vuela en tu mente, mientras la soledad discurre entre tus
manos.
(La imagen se difumina, ellas siguen caminando por
ese pasillo)
Laura:
Las injusticias en el mundo son imparables. A
veces, somos tan primitivos. Y, es que
no respete las culturas, pero, hay cosas que deberían de cambiar. Quitar a las
garras hirvientes del hombre ese poder sobre nosotras.
María:
Si Laura. Me
produce un dolor que es difícil de sofocar. Mujeres lastimadas y condenadas
para toda su existencia ¿Por qué me pregunto? Tal vez, lo descomunal de su
fuerza se aprovecha de la debilidad.
(Otra imagen se implanta en el camino. Ellas se
detienen y escuchan. Un viento sopla y
los pétalos de las rosas roza la tez de ambas)
Personaje 2:
Mirar el
ritmo de mis pasos. Parece que perecen, pero, no, tengo que continuar. Yo
volaba ¡Sí , volaba ¡ Golondrina que admira la belleza por donde
pasa. Pero mientras dormía unas manos
tenebrosas y telúricas me despertaba. Yo, me hallaba media inconsciente, desprotegida,
con el miedo recorriendo cada parte de mi ante aquel que piensa que la mujer es
sólo puro objeto de sexo. La baba se les cae, su fuerza y su amenaza nos
condena. Así acabe, huyendo de cualquier lugar de su paso de tempestades, de
torturas en mi reconditez, de su risa avariciosa y pegajosa del sexo. Me quede
sola. Sin más sola con mis alas bajo un
desierto. ¡Amistades perdidas¡ ¡El olvido de mi ser¡ Sí, el olvido
Sí, el destierro. ¡Mirarme¡ ¡Sola¡ ¡Sola con mi lucha ¡ Mirarme, aquí estoy enjaulada dando aviso a
cualquier gaviota confiada de que todas las playas no son respetuosa con tu
vuelo, algunas , la hacen caer en una fosa de llanto y de tormentos.
Tú al menos
tienes a María. Ella no te levanta la voz. Ella no te dice que tus palabras son
la aurora de una locura (la voz se va apagando). De una locura, de una locura…
(María y
Laura se miran. No dicen palabra. Siguen por ese pasillo. De repente una
masa de golondrinas plateadas pasan a ras de ellas y después de su paso una puerta al final del pasillo se
halla entreabierta. Empujan y entran. La oscuridad las envuelve en un ambiente
cálido. Se escucha como un murmullo. Un murmullo que no logran entender.)
Voz 1:
Las piras
del abismo son ecos en un mar de llantos.
Voz 2:
¡Un
llanto¡
Voz 3:
Mujeres de
harapos.
Voz 4:
Mujeres de
la oscuridad.
Voz,1,2,3,4:
¡La
oscuridad ¡ La oscuridad, la oscuridad…
Voz 1:
Las
estrellas fugaces son esperanzas que se derriten y se eclipsan.
Voz,1,2,3,4:
¡Se
eclipsan¡
(La luz poco a poco se va concibiendo. Se ilumina
cada uno de los rostros de las voces ahí
presente. El aspecto de cada una de ellas es de mujeres envejecidas, mujeres
que la cara o cruz de la vida las ha marcado.)
Voz 1:
¿Sabéis
por qué habéis llegado aquí?
Voz 2:
(en un susurro)
¡Seguro
que no¡
Voz 3:
Seguro.
Voz 4 :
No.
Laura :
¡La
lluvia ¡
María:
Sí, la
lluvia
Voz1:
La
lluvia es la señal. El magnetismo que os hace gravitar bajo nuestro eco. Os
manifestáis como espuma de playas donde la tonada de las caracolas son nidos de
cuervos.
Voz2:
¡Dejadlo
ya ¡
Voz3:(Un solo
de piano suena)
¡Desvestirse de la melancolía ¡
¡Desvestirse de las borrascas ¡
¡Desvestirse
de las pesadillas ¡
¡
Desvestirse de unas lenguas que son cloacas ensangrentadas¡.
Laura:
¡Sí¡
Voz4:
¡Si¡
Maria :
La paz
Voz1,2,3,4:
¡La paz¡
María :
El
respeto
Voz1,2,3,4:
¡El
respeto¡
María:
La
sensibilidad
Voz1,2,3,4:
¡La
sensibilidad¡
Voz2:
Somos cauce
de una brisa púrpura que ama a la
muerte.
Voz3:
La muerte de un clima enrarecido a tu ser.
Voz 1:
Venid con
nosotras.
Voz 4:
El daño
se evapora y seréis raíz que mana por tierras de aguas cobrizas donde el amor es colibrí azul que os escucha
¡Amar y ser amada ¡
María:
Estrella de
mar que se consagra en el mundo de eternas oportunidades ¡Qué ama y es amada¡
¡Amar y ser amada¡
Voz1,2,3,4:
¡Amar y
ser amada ¡
Fin
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