lunes, enero 14, 2013

EL DESPERTAR(TEATRO)

EL DESPERTAR
(Teatro)




Introducción:
   La reconstrucción interior de un ser después de la tempestad del ayer.


Personajes:
Laura
María
Personaje 1
Personaje 2
Voz 1
Voz 2
Voz 3
Voz 4



       Ya es el alba y Laura tiene que levantarse. No espera a nadie, sólo, alguna llamada telefónica. Se encuentra frente el espejo de su habitación. Tras su espalda, la ventana da hacia un jardín.

Laura :
       Otro despertar. Mi cuerpo parece ser parte del sueño. Ahí me encontraba tan bien. ¡Sí¡ Ese girar y girar más allá de la frontera de la realidad ¡Esa libertad¡ ¡Ese amor perfecto¡ Esas tierras donde todo sabe a felicidad; sin tanta hipocresía; sin tanta frialdad; sin tanta envidia; sin tantos fanfarrones y un colectivo de palabras seguidas de estas que todo el mundo sabe bien.
(Hace una pausa y de nuevo habla con ella misma)
¿Por qué será que cuando despierto me gusta sentir el aire fresco del crepúsculo? Suspiro, respiro hondamente y todo se me vuelve extraordinario ¡Qué exquisito es este pequeño instante¡ Un pequeño instante que se hace inmortal como inmortales son los amores arrinconados en mi memoria ¡ Ay  esos amores¡  Todos ahora poemas en la hoguera del recuerdo. Algunos les retorcería el cuello. Sí, sin más. Los cogería y  los dejaría en pelotas en medio de un parque para que les escupieran. Creo que he cometido un error. No a mis amores reales, sino a esos que te acosan y  abusan  ¡Qué asco ¡ Si he de contar las artimañas de algunos para que llegues a su guarida se horrorizarían. Bueno, mejor será que entierre estos sucesos en el infierno junto a sus nombres ¡Ay que me pongo enferma¡  ¡Que mal me siento ¡ El odio me cuece, pero olvido y olvido que si no, no se crece. Te quedas como un árbol viejo que le han robado toda su savia y, ahora, arde, arde y arde en su muerte.
Este espejo ante mí. Siempre ha estado aquí y, una y otra vez tengo que mirarme, es inevitable, ejerce una fuerza de atracción tal  que no hay mañana que me plante ante él. Me disgusta lo que observo; un ser acabado, murmurando su última melodía, un ser al que le han cortado sus alas y, ahora,  no sabe prender su vuelo. Soy yo. Si, soy yo. Una marioneta con hilos roídos que han dejado caer en una fosa oscura con su danza ¡Cruel vida esta ¡ ¡No puedo amar¡  Y si amara , si me enamorara . Me sentiría como una delincuente, como una delirante. Sería no más que una fugitiva rodando por un precipicio. UY, son las 10, ahora mismo llega María y, yo, en este estado, con la toalla enrollando mi cuerpo sin secar mi cuerpo. No, no voy a dejar que esta toalla aterciopelada y pacífica me quite la humedad. Quiero estar mojada, sentir como el aire se casa con esta agua que se desliza por mi cuerpo  ¡Ya viene¡ Ya viene María. Siento el rumor de su brisa penetrar por cada uno de los orificios de esta casa.
(Tocan a la puerta de manera suave. Laura ni se viste, con la toalla enrollada y mojada la abre. Ya sabe de quien se trata. Sus ojos toman un tono de ilusión. María lo nota. Nota el bello paisaje de su rostro desfallecido y la vez aliviado al verla a ella).
Laura:
(Se abraza a ella. Siente necesidad de desahogarse)
¡Qué desgraciada soy¡
¡Qué desgraciada soy , María¡
No soy capaz de despertar, la imaginación me acosa derivándome hacía aguas turbulentas.
Mi corazón me prohíbe dar un salto al amor.
¡No me atreví¡
¡No me atreví¡
¡Por qué ¡
¡¿Por qué¿¡
Todo iba bien, sabes. Hasta que me asaltaron las dudas. Como una ráfaga de viento infernal vino a mí. Fue mi pasado. Sí, mi pasado. Un pasado que a hurtadillas y voraz vino de visita sin escrúpulos. ¡Sucio¡ ¡Frío¡ Internándose en mi insonoridad, sin permitirme pasar la página de mis pasos y volar.
María:
       Pero Laura  ¿Por qué? Yo se quien ha tenido la culpa. Tu familia, los falsos amigos. Ellos con tal de que seas otra copia de la sociedad te han ido deteriorando poco a poco. No te dejaron volar  y, ello, es muy cierto. Sólo gritos,  gritos contra tu persona, una degradación que te ha ido consumiendo día a día. Mira la suciedad de tu teléfono, nadie se acuerda de ti. Así, has ido perdiendo tu belleza. Todo sueño, toda ilusión terminó desangrándose.  Si aprendieras a callar. Y, ahora mira  ¡Mira como estás¡ ¡Mira tú vida ¡ ¡Mira esas rejas que trepan por tus pupilas¡ ¿Por cual brumas te mueves?  La del agotamiento o la desesperanza. Por todo sientes temor, haciéndote mover por un pasadizo desértico. Temor al rechazo; temor a que se burlen; temor a que te miren como un ser delirante; temor a que lo que exista ante tus ojos sea escombros; temor a un grito y a ese ridiculizar que muchos tienen.   Y lo peor de todo, temor a hablar de tu belleza.

Coro de voces:
 Su belleza  ¡Su belleza¡ ¿Dónde está? Se halla desvaída y paralizada en el infinito de las derrotas. Su belleza  ¡Su belleza¡  Canto alegre natural. Sufre el desencanto de brotar y brotar bajo  lenguas cíclicas de tormentas. Poco a poco es mujer de sal. Poco a poco es ocaso en la flor de la vida.  Rosas amargas desvelan sus sueños. El eco de su grito la atrapa en una nube gris.
María:
       ¡No escuchas¡
Laura:
       Sí, si  escucho.
María:
       ¡La lluvia¡
Laura:
       Sí, la lluvia.
María:
       Las horas pasan. Los días son como ráfagas de un aliento insulso para ti. Hay que saborear todo. Estas estática, impedida por el ayer y ese hoy que no te abre las puertas: barreras serpenteantes que te hostigan, mortificándote en que será de tu mañana ¡No¡ No es así. Hay que erupcionar y pisar fuerte, firme, veraz. Tomar de las maravillas que van surgiendo del día a día.  Una sonrisa, un saludo, unas palabras y con el tiempo o, tal vez, cuando no lo esperes, el abrazo verdadero. Todo lo que te ha hecho daño deberías borrarlo, aplastarlo, dejarlo en el último lugar de tu memoria.  ¡ Muchas horas de soledad posees Laura ¡ Horas que sólo engendran un sudor de recuerdos asesinos. Es una  lástima, por que no te han dejado avanzar.
Laura:
       Sí. Días de soledad. Un paisaje de tundras donde un huracán de sentimientos me hace permanecer en la cama. Imaginando, Imaginando ¡Imaginando la calidez¡  Su calidez. 
María:
 ¿De quien Laura ¿
Laura:    
       ¡No¡ No puedo nombrar su    nombre . ¡No¡ No puedo hacer nada para decir algo , aunque sea muy poquito, de su esencia. Esencia que me alborota, esencia que me ruboriza  y hace navegar en el ensueño. El afecto y el calor humano se ahoga en mí ¡Mi fallo ¡ ¡Mi fallo ¡

María:
 Si Laura. No vivir al día, no vivir cada momento que aparece en escena. Siempre sumisa en una espera, en una larga espera y, mientras , la vida pasa. Pasa sin esperar a nadie.
Laura:
       ¿No oyes?
Maria:
     Sí. Escucho
Laura:
       La lluvia otra vez.
Maria:
       Si, la lluvia
Laura:
       Me atrae.
Maria:
       A mi también.
Laura:
       Permanecer bajo su flujo de humedad y danzar con nuestros cuerpos desnudos  mientras absorbemos de su don especial.
Maria:
       Nos mojaremos.
Laura:
       Y que más da. Solo deseo correr como ella. Que ella me ayude a expulsar todo lo que me aterra, todos esos pinchos que revuelven mi vientre.
Maria:
       ¿Si Laura?
Laura:
 Que pena que no seas como yo. Recorrería con mis labios tu cuello. Serías mi amante perfecta.
Maria:
       No me atormentes Laura. Vamos antes de que la lluvia se la lleve el sol.

(María y Laura salen. Se encuentran en medio de la calle. La lluvia  no cesa. Sienten que en su fondo existe un murmullo, algo las llama y las atrae)
Coro de voces:
 La lluvia os hace girar y girar sobre vuestro interior. Os hace involucrar una con la otra. La vida es ola de estragos para una y vuelo de palomas azules para la otra. Venid con nosotros . Venid por este puente de rosas negras donde la tierra emerge en un desequilibrio.
( Laura y María  sigue la lluvia. Un arco iris con rosas negras en su suelo hace de puente. Ellas caminan por el. De repente,  casi instantáneamente, van transcurriendo personajes acompañadas de un relato)
Personaje 1:
 ¿Sientes placer cuando te acaricias María?  Y, ¿cuándo haces el amor ¿ Yo no Para mi el sexo como medio del éxtasis y el placer es inexistente. Me robaron una parte de mi, cultura de hombres de mi tierra. No sabes  el dolor y el sufrimiento que me hizo. No sabré nunca de esas sensaciones que a veces quieren sentir las mujeres ¡Laura ¡¡Laura¡ Sigue imaginando tus yemas tanteando tu sexo, mientras su ser vuela en tu mente, mientras la soledad discurre entre tus manos.
(La imagen se difumina, ellas siguen caminando por ese pasillo)
Laura:         
Las injusticias en el mundo son imparables. A veces, somos tan primitivos. Y, es  que no respete las culturas, pero, hay cosas que deberían de cambiar. Quitar a las garras hirvientes del hombre ese poder sobre nosotras.
María:
Si  Laura. Me produce un dolor que es difícil de sofocar. Mujeres lastimadas y condenadas para toda su existencia ¿Por qué me pregunto? Tal vez, lo descomunal de su fuerza se aprovecha de la debilidad.
(Otra imagen se implanta en el camino. Ellas se detienen y escuchan. Un viento sopla y  los pétalos de las rosas roza la tez de ambas)
Personaje 2:
  Mirar el ritmo de mis pasos. Parece que perecen, pero, no, tengo que continuar. Yo volaba  ¡Sí , volaba ¡  Golondrina que admira la belleza por donde pasa. Pero  mientras dormía unas manos tenebrosas y telúricas me despertaba. Yo, me hallaba media inconsciente, desprotegida, con el miedo recorriendo cada parte de mi ante aquel que piensa que la mujer es sólo puro objeto de sexo. La baba se les cae, su fuerza y su amenaza nos condena. Así acabe, huyendo de cualquier lugar de su paso de tempestades, de torturas en mi reconditez, de su risa avariciosa y pegajosa del sexo. Me quede sola. Sin más  sola con mis alas bajo un desierto. ¡Amistades perdidas¡ ¡El olvido de mi ser¡  Sí, el olvido  Sí, el destierro. ¡Mirarme¡ ¡Sola¡ ¡Sola con mi lucha ¡  Mirarme, aquí estoy enjaulada dando aviso a cualquier gaviota confiada de que todas las playas no son respetuosa con tu vuelo, algunas , la hacen caer en una fosa de llanto y de tormentos.
Tú  al menos tienes a María. Ella no te levanta la voz. Ella no te dice que tus palabras son la aurora de una locura (la voz se va apagando). De una locura, de una locura…
(María y  Laura se miran. No dicen palabra. Siguen por ese pasillo. De repente una masa de golondrinas plateadas pasan a ras de ellas y después  de su paso una puerta al final del pasillo se halla entreabierta. Empujan y entran. La oscuridad las envuelve en un ambiente cálido. Se escucha como un murmullo. Un murmullo que no logran entender.)
Voz 1:
  Las piras del abismo son ecos en un mar de llantos.
Voz 2:
   ¡Un llanto¡
Voz 3:
   Mujeres de harapos.
Voz 4:
 Mujeres de la oscuridad.
Voz,1,2,3,4:
 ¡La oscuridad ¡ La oscuridad, la oscuridad…
Voz 1: 
       Las estrellas fugaces son esperanzas que se derriten y se eclipsan.
Voz,1,2,3,4:
         ¡Se eclipsan¡
(La luz poco a poco se va concibiendo. Se ilumina cada uno  de los rostros de las voces ahí presente. El aspecto de cada una de ellas es de mujeres envejecidas, mujeres que la cara o cruz de la vida las ha marcado.)
Voz 1:
       ¿Sabéis por qué habéis llegado aquí?
Voz 2:
(en un susurro)
    ¡Seguro que no¡
Voz 3:
    Seguro.
Voz 4 :
    No.
Laura :
    ¡La lluvia ¡
María:
       Sí, la lluvia
Voz1:
       La lluvia es la señal. El magnetismo que os hace gravitar bajo nuestro eco. Os manifestáis como espuma de playas donde la tonada de las caracolas son nidos de cuervos.
Voz2:
       ¡Dejadlo ya ¡
Voz3:(Un solo  de piano  suena)
   ¡Desvestirse de la melancolía ¡
   ¡Desvestirse de las borrascas ¡
 ¡Desvestirse de las pesadillas ¡
 ¡ Desvestirse de unas lenguas  que  son cloacas ensangrentadas¡.
Laura:
 ¡Sí¡
Voz4:
 ¡Si¡
Maria :
    La paz
Voz1,2,3,4:
     ¡La paz¡
María :
       El respeto
Voz1,2,3,4:
    ¡El respeto¡
María:
   La sensibilidad
Voz1,2,3,4:
     ¡La sensibilidad¡
Voz2:
  Somos cauce de una brisa púrpura que ama a  la muerte.
Voz3:
  La muerte de un clima enrarecido a tu ser.
Voz 1:
  Venid con nosotras.
Voz 4:
       El daño se evapora y seréis raíz que mana por tierras de aguas cobrizas  donde el amor es colibrí azul que os escucha ¡Amar y ser amada ¡
María:
  Estrella de mar que se consagra en el mundo de eternas oportunidades ¡Qué ama y es amada¡ ¡Amar y ser amada¡
Voz1,2,3,4:
      ¡Amar y ser amada ¡


Fin


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