Lluvia.
Frescor que revive después del sudor
Entre blancas sábanas de algodón.
Lluvia.
Dentro de la espesura del alma
Nos recogemos como sutil aventura de los sueños.
Lluvia.
Sueños.
Vagamos entre la esperanza y la libertad
Condicionándonos para la sonrisa
De unas verdes hojas que escalan
Por columnas de un frío acero.
Que corta, que desgarra
Cuando somos debilidad,
Cuando somos sombra de cipreses,
Cuando somos náufragos en una tierra
Cuya fruta podrida es penumbra de nuestros pasos.
Lluvia.
Sueños.
Errabundos somos
emigrar emancipándonos
De nuestras raíces, de nuestra colina de cenizas
Hacia otros mundos cuya sonata difiere de nuestra lengua
Como grotescas serpientes abisales.
Lluvia.
Sueños.
Y la sonrisa fecunda rocas
Donde el eco de los latidos del mañana
Segregan espumas azules que hemos de habitar .
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