Te busco, te encuentro y no te hallo
Mis ojos de aves migratorias
Se mecen en el desencuentro de tus palabras, de tus
caricias.
Estática, hermética podría decirse
Que es el envejecer de las sensaciones
Que gravitan bajo el amor.
Y te quiero, no se como explicártelo
Si existe alguna palabra correcta
Para erguir mis alas sobre tu rostro
Y ser esa ola que rompe y roza tu aliento.
Te busco, te encuentro y no te hallo
Y te deseo con la serenidad de un sol salvaje
Que me induce a ser sentido de tus manos.
Te miro y el reflejo de mis ojos
Son de un invierno que me acongoja
Bajo grises melodías de flores disecadas.
No se, no se.
Estás ausente y yo con el afligimiento
Como fardo que he de carga
Hasta ser sepultada por la densa niebla
Que puebla la distancia, la distancia…
Recuérdame aunque sea con el leve suspiro
Que es presente en los círculos del silencio.
No se, no se
Como has escalado a mí
Pero en mi memoria vagas,
Vagas con el murmullo del amor, de la tristeza, del temblor
Tan lejana como astro que no he de mirar.
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