No, no recuerdas
En las suavidad de las olas
El sentido de mi mirada.
Te pierdes en un arco iris
Que se estrecha cada vez
Que nos vestimos de aves amarillas
En las recorrido por la vida.
Yo, sin embargo, te nombro
A cada paso inseguro
Por las calles donde mi peso
Es agonía de mi memoria.
No, no estás
El silencio barrunta el desasosiego
De las almas que se acuestan entre trincheras
Donde el musgo húmedo y lúgrube
Tiende su manto como serenata del olvido.
Yo, sin embargo, te nombro
A cada esquina, en cada pared
Donde el quejido de mi sombra
Luce su traje de pena.
Pena de vientre que a ras del beso
De tus manos vacías perece
En las hogueras del adiós.
No, no recuerdas
Cuando tus ojos frente a un océano nítido
Se arrimaba a los míos
En el juego de la huída del amor.
Hasta luego, te digo
Yo, sin embargo, me despido así.
Hasta luego cariño.
Danzad y danzad entre la esperanza
Vestida de sedas azules
Le digo a mis pensamientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario