Hierba seducida por el viento de tu mira,
Hierba hambrienta de lágrimas
Que se cristalizan a medida que una luna gris
Describe los sueños de tu corazón.
Alzas tu mano, manos de raíces que penetran
Por rocas vivientes en busca del agua de la vida.
Y eres esa mirada negra que bajo la sonrisa infiel de tu rostro
Se extiende en el engendrar cierta melancolía.
Hierba que brota, hierba que se lía a pies desnudos
En el descenso a las grietas de pozos oscuros
Que miran tu memoria, tu sudor bajo las tempestades del adiós.
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