Mujer que ama el silencio de la siesta
Mientras su cuerpo en llamas es ovación de los sueños
Que transitan en su cuerpo semidesnudo.
Una sabana blanca la cubre, solo el eco de sus párpados eclipsados
Son roce con la brisa que una primavera de siemprevivas
Transmite en su piel.
Mujer que ama el silencio de una tarde,
Jinete de arboledas plateadas cuya savia de la vida
La transforman en riscos de tabaibas por donde sus piernas
Son singladuras con ayuda de un perro azul
En busca de esa fuente que gira en la paz, en la armonía.
Mujer que ama el silencio de la siesta
No se desespera, es tonada de campanas y tambores
Que despliegan la firmeza, la verticalidad de sus pasos
Sobre valles hechizados por estrellas fugaces, de auroras boreales
Más allá de esta dimensión de tempestades paralelas al alma.
1 comentario:
Éste me ha gustado mucho. Besos.
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