Desierto
Piedras recogidas en un fardo
Que tendrás que carga
Aunque la fatiga sea insufrible,
Aunque la noche de la espalda al sol
Y sea esa insonoridad de la luz.
Desierto
Nos perdemos, deambulamos
Con una huella que se funde con el viento
Y te dejas ir con el leve movimiento de un águila
Que va a tu encuentro
Juntas estáis ahora,
Juntas sois indiferencia del largo camino
Hasta la esperanza.
Desierto
Purificas la sangre que mana
De nuestros pies ampollados
De nuestro corazón agrietado
Y de nuevo con aires de refrescante libertad
Un vergel realzará un descanso
Para luego continuar.
Desierto
Leve susurro de jaimas al sonoro
Despertar de la conciencia,
Pueblos que se nutren de libertad
Hospedando el alma que no se raja
Por las heridas del ayer, por los temblores del hoy.
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