No se, deseaba cantar
Fluir por esas dunas
Con las olas como acompañantes
De un horizonte no muy lejano.
Ven a mí, te decía
La música lo es todo.
Reposo mis sensaciones
Y al unísono cabalgamos
Nutriéndonos de amor,
Absorbiendo de ese jugo esencial
Que perfuma la caricia honesta.
No se, deseaba cantar
Ser transparente mezcolanza de caracolas y sal
Y partir con el incesante tintineo de mis alas
Hacia las rutas del viento norte.
Allí un círculo de llamas me hablará
Sobre los rincones sibilinos de esta tierra.
Allí un círculo de llamas cantará conmigo
La calidez de los cuerpos cuando se mecen con el silencio, la paz, la esperanza…
No se, deseaba cantar
Con el eco acogedor de las ramas
En esos montes donde se siembra la belleza,
El paso de los días con la madre naturaleza como cabaña
Donde nos acurrucamos con nuestros sueños.
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