Decía que volaría
Con la sonata de un pinzón azul como acompañante
Por esos parajes donde la paz
Es gentil alianza de los seres,
Por esas torres azules donde la hiedra
Alza su salvajismo como intento de anudarse a la vida.
Decía que sería fuego,
Fuego que se iza en la melodía de la caricia
Cuando su amante abraza la esperanza fervientemente
En el intento impregnado de una brisa superviviente de cenizas
Y sin pensarlo eres hoja que se pierde entre las calles broncíneas
Donde la llamada de rostros anónimos trepa por tu cuerpo.
Decía que sería agua,
Agua que corre y no se estanca,
Agua que juguetea con las nubes y con rocas absortas
Que hablan de la madre naturaleza
Y esos jinetes blanco-azulados que rozan sus párpados
Cuando el sueño la captura a través de un mundo subterráneo
En el cual ella es ella, ella…
Veraz, con un horizonte estrellado
Enamorada del norte a seguir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario