Latidos en la oscuridad,
Su oscilar es cauce
Por donde circula el alma apagada
Cuando las llamas reverbera el crepúsculo
De los sueños diseminados
En cenizas de salitre
Que impera por mi piel.
¡Las olas¡
Las recorren las gaviotas
Con la tonada de sus llantos
Entre el dorado reflejo de las mareas
Y ella en su nube broncínea
Marcha hacía paisajes húmedos
Con el corazón gravitando
En el recital de la madre naturaleza.
Recorre las arenas de esa playa
Donde el tiempo hace lento e insomne,
Recorre las olas como puertas que se abren
Con la construcción de pilares fornidos.
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