Renacimos como pétalos
Amamantando nuestras manos
A medida que las voces de nuestros corazones
Avanzaban por la espesura de una hierba azul.
Lento, muy lentamente
Con el templo del astro rey y la plateada
Haciéndonos un hueco
A medida que el silbo de las palmeras
Es vigía de nuestros besos.
Sí, te amo, me dices.
Sí, te amo, te digo.
Palabras mecidas por volcanes estentóreos
Cuyo magma recorre nuestras venas sibilinamente
Mientras danzamos al viento, al viento;
Mientras cantamos al alba, alba.
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