La alegría de beber de ti,
De tus senos cuando la aurora
Es renombre de la plateada en calma
Y la espesa calima
Nos despoja de las sábanas blancas.
Trenzamos un camino hacia el astro rey
Y nos deslizamos entre el sudor
En vientre con vientre
Contra el viento débil
De ese armario oscuro
Que oscila a nuestro paso.
Un piano engendra el beso afrutado
De nuestra paz en cuyo horizonte
El arco iris es vigía
De cada una de nuestras acaricias.
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