sábado, junio 28, 2025

EL BESO...

 




El beso de los pájaros

Callan cuando el agotamiento infla

La pesadez de las jornadas.

El beso anquilosado

A ras de una garganta rajada,

En la penumbra de sus pisadas.

La nada esboza su sonrisa,

Un rostro se desvanece .

El beso de los pájaros

Perpetua la existencia ,

Memoria cotidiana desencajada.

Y el beso viene, viene en el horizonte del vacío.

El beso de los pájaros

El mañana herido

La mañana apenada

El mañana con lágrimas de púas.

El beso de los pájaros

Espacio aislado de las mareas

Ronronea la brisa suave

De callada manera nos dormimos.

martes, junio 17, 2025

A VECES....

 



A veces, solo, a veces vienes a conversar con mis sentidos. Me muestro en tu regazo como indomable brisa del norte y es ahí a donde me dirijo. Me cuentas historias anónimas que mueren en mi pecho y yo te enseño algo de mi silencio, de este andar por caminos de la nada, de la insonoridad. Y te narro de mi bienestar donde las constelaciones guían mis manos cuando soy sombra de este silencio mío, de esta soledad mía. Y siempre vienes, a veces…solo, a veces. Te encaprichas en las penas que esgrimen mis sueños. Te obsesionas en mis tatuajes del pasado. Y el ayer ya no está, tal vez se halle en una vieja canción que reitera de vez en cuando en mi oscuridad.  Y vienes, a veces…solo, a veces cuando las noches empañan mi descanso, cuando nubes cenizas pesan sobre mis espaldas. Estoy aquí, donde siempre, con mis pensamientos, con mi palabra persiguiendo muros de púas. No te preocupes, la danza de la gelidez me acompaña, la mirada perdida me abriga, mis pasos fallidos se levantan.

domingo, junio 15, 2025

SOMBRAS

 












Sombras dibujando las pisadas.

Flores emergiendo entre rocas magmáticas

Un halo en la fugacidad de la existencia.

Y aquí, el silbo de los pájaros son silencio.

Mudo los sentidos en raíces revolviendo mis tripas.

Te visto en el sueño perdido, en la esquina marchita

Y aquí, el silbo de los pájaros son silencio.

Y continua en un leve tintineo de una verticalidad

Y somos peso, somos levedad

Y aquí, estoy y no estás.

Y el silbo de los pájaros son silencio

Las manos son cicatrices de una ausente caricia

En tus labios, en tus labios…

 

 

domingo, junio 08, 2025

OSCURIDAD

 




El tintineo de una campana, he nacido. Estoy aquí, en mi lecho donde los sueños juegan a las esperanzas,   las utopía. Me levanto y un desierto me viste, me seduce y converso con su aliento petrificado. Y me digo, tantos muertos en un ambiente hostil, agresivo, violento, injusto. Y me digo, tanto dolor que las lágrimas son cristales afilados de la pena, de la desgracia. Miro unos ojos, ojos blancos, ojos aterrados y encuentro una respiración perdida, ida a las tripas de tumbas anónimas. Sin más, un niño corre, entre fuego y metralla, entre minas y odios. Y no encuentra sino la rota paloma blanca sangrando….sangrando, muerta. Y, sin embargo, he nacido, el tintineo de una campanilla me seduce a enderezarme y seguir caminando en donde las rosas rajadas no se elevan para la paz absoluta. Me pongo me pantalones vaqueros y una camina ligera, salgo. Observo lo que a mi alrededor se mueve. Un jardín, farolas anunciando la despedida de la noche, un perro paseando, gallinas en su libre destino, una carretera donde de vez en cuando algún coche pasa y yo que he nacido al son del tintineo de unas campanillas. Aislada, hermética, tragando de este aire que trae un mundo convulso, arrebatado, vertiginoso en el mal me miro las palmas de mis manos. La vida se expande y contrae mientras el genocidio humano juega en la emisión repetitiva de un adiós. No, no hemos cambiado. Corre…corre le digo a ese niño, a ese ser nacido en la sonoridad del ruido, del grito en la oscuridad. Los platos rotos, una madre desvencijada. Mi hijo…mi hijo solloza en el lamento de lo inevitable. Pero ella pone la mesa en la espera de ese niño que corre y corre ante la muerte que viene, ante la muerte que lo supera, ante una madre temblorosa en cada uno de sus actos. Corre…corre le digo a ese niño, tu madre te espera. Y , yo, he nacido en medio del tintineo de unas campanillas.

viernes, junio 06, 2025

DIVAGACIONES DE UNA MAÑANA DE JUNIO.

 







Un cosmos fósil. Somos pasajeros del tiempo. Ojos blancos bailando con intemperie del planeta tierra. El asombro conquista el vieje. El viaje al infinito de nuestra sustancia, de nuestra esencia. Las ojeras retoman cercanía y aquí donde no hay atmósfera se respira el sosiego, el silencio de una supernova que nos invita a moldearnos según ese instante…ese instante eviterno en las horas. Y las horas, dónde están. Un amago de malestar se posa sobre los hombros. Y miramos. Y volvemos a mirar a la nada. A este imperio cosmológico interminable, continuo entre el caos y el callar.  Y ahora aquí, en este mundo que nos contiene. Observamos el balanceo del oleaje. Viene y va. Va y viene. La vida se siempre en cualquier momento ¿Estamos solos? Solos y nuestros miedos, presionando las tripas hasta ser hijos no más de este universo, sibilino, misterioso. Errante en vidas ausentes en el tiempo. Huelo una rosa y escrutinio con el cuidado estas raíces que nos amparan. Estamos , somos una especie perdida en un sistema oscuro, desconocido con el deseo de encontrarnos. Sí, encontrarnos y tal vez y, quizás en el curso de los siglos no estemos tan solos en la enfermedad. Despierto y recuerdo como terráquea que somos hijos de los vientos, de los mares, de las lluvias , de esta atmósfera que nos permite cobijarnos en el ahora, en el presente. Sin embargo, nos hacemos daño. Las batallas absurdas¡, las batallas pérdidas son nuestra compulsión arrebatada, injusta. Abrimos los ojos y la pena arrebata una sonrisa, una vida. Y de hecho, seguimos , amamos, odiamos. Una contrariedad que nos encoje en un rincón de esta galaxia, solos, abatidos en la globalidad enferma.

jueves, mayo 29, 2025

LA BAHÍA

 



La bahía,

Las endechas de los cetáceos

El rincón de las mareas, eviternas

Llegan las noticias de la herida, del lamento

Ojos blancos , ojos fatigados

Y la languidez de las horas

Un tiempo roto

La intemperie de los sentidos

Muerte.

miércoles, mayo 28, 2025

EL RECUERDO

 



Su silueta recordaba a algo. Cada haz de sus movimientos me producía ese instante del tiempo de la memoria. Sin embargo, no era esa persona. Ya no existía. Una combinación del recuerdo y el viaje en lo eviterno, en lo recóndito esbozaba su imagen como parte de esa silueta. Me acerqué, quise olisquear parte de esa extrañeza que se asemejaba al ayer. Se dio la vuelta, mis ojos cayeron en la súbita nada donde los pozos enmudecen en el desconcierto. Y ese tal vez me produjo cierta sensación de desgana. Atravesé la calle y desde el otro lado su silueta, en lo lejano su presencia se me hacía presente, real. Y ahí, me quede. Me quede con esa nada de que su silueta me recordaba algo. El temor de que desapareciera me oprimía el pecho. Estática. En la verticalidad de una jornada que se casaba con el nocturno. Con ese imperio de estrellas, nebulosas, galaxias y materia oscura. Mis ojos , quietos, con el agarre del cansancio despertaban en esa silueta. Y es que su silueta me recordaba a algo. Alguien donde la razón de tiempos perdidos se enderezaba a medida que los segundos, los minutos, las horas venían a mí. Alguien que quise. Alguien donde el beso resbalo por los riscos de la distancia. Y ahí, me quede. Me quede hasta que solo su olor me encontró de nuevo mientras su figura se había marchado. Uhm, su aroma. Me llene toda , mis pulmones se insuflaron hasta ese día que nos conocimos, hasta ese día que nos dijimos adiós. Y aquí está, presente, con lo cierto de una memoria que se expande, que se contrae en este aire que viene a mí. Y es que su silueta me recordaba a algo.